Todos los que han estudiado el ámbito
de la Educación Física y Deportiva coinciden en afirmar que el deporte se
configura en nuestros días como un fenómeno de carácter social, cultural,
educativo, y en gran medida, favorecedor de la calidad de vida y la salud.
A partir de esta concepción de
deporte, es importante considerar los valores intrínsecos que de él se derivan
dentro del marco escolar. Educación y Deporte son dos conceptos que en muchas
ocasiones se han presentado como incompatibles dentro de un contexto educativo,
debido fundamentalmente a la consideración esencial de que el fenómeno
deportivo inculcaba valores sociales negativos o no deseables para el escolar.
Para comenzar, hay que
diferenciar los distintos tratamientos que pueden presentarse del fenómeno
educativo, siendo nuestras alegaciones dirigidas en todo momento hacia lo que
denominamos deporte educación.
Además, debemos aclarar la
situación confusa que presenta hoy en día la práctica deportiva dentro del
ámbito escolar, y concretamente en lo referido a la etapa de Primaria (6-12 años). Es fundamental
atender al desarrollo deportivo en este período educativo, no sólo desde el punto
de vista de la adquisición de habilidades y destrezas, sino esencialmente desde
la vertiente educativo-pedagógica.
SISTEMATIZACIÓN DE LA
FORMACIÓN DEPORTIVA
Si somos conscientes de la importancia que
posee el desarrollo de actividades deportivas en el ámbito escolar, hemos de
tener en cuenta que, la adquisición de una correcta aptitud deportiva, tan sólo
se conseguirá si somos capaces de planificar dentro del ámbito escolar un
proceso de trabajo adecuado y razonado desde todos los puntos de vista. Para ello,
hemos de tener en cuenta una serie de aspectos fundamentales, tales como:
1. Requisitos esenciales que
demanda de forma general la práctica de cualquier disciplina deportiva.
2. Requisitos esenciales que
demanda de forma específica una determinada actividad deportiva.
3. Características madurativas de
nuestros alumnos.
4. Objetivos principales que
hemos de satisfacer.
5. Consideración de las
características del contexto en el cual desarrollamos nuestra labor docente.
Teniendo en mente todas y cada
una de estas premisas, podemos dividir el proceso de formación deportiva en las
siguientes fases:
1. Formación de base predeportiva (3-7 años).
2. Iniciación deportiva escolar (7-10 años).
3. Especialización deportiva (10-13 años).
4. Rendimiento deportivo (13-18 años).
Antes de comenzar a abordar el
tratamiento de las diferentes habilidades específicas que definen a los
deportes, hemos de atender en gran medida a toda esta serie de factores, que
constituirán una base o pilar esencial sobre la que se asiente nuestro trabajo
deportivo.
Entre los factores a desarrollar
más importantes e inexcusables en una formación deportiva completa se pueden
encontrar:
1. Desarrollo adecuado de las habilidades básicas: correr, saltar,
trepar, rodar, equilibrarse, etc. Del mismo modo, el grado de solicitud de las
mismas, va a poseer un alto grado de exigencia, que llevará implícita la
necesidad imperiosa de haber conseguido un desarrollo maduro y eficaz de las
mismas, que sirva de soporte para la ejecución introducción de las diferentes
habilidades específicas.
2. Adecuados índices de percepción espacio-temporal. La eficacia en
el desarrollo de las distintas acciones deportivas va a depender en gran
medida, del grado de conocimiento espacial y sus relaciones temporales dentro
del contexto en el cual se desenvuelva el niño. Conocer a la perfección la
relación espacial que guardan los diversos integrantes dentro de una situación
deportiva, percibir e intuir con claridad las trayectorias descritas por
móviles en el espacio, tener integradas respuestas de anticipación y
coincidencia, le van a permitir poder resolver tareas en función de la
ocupación eficaz que lleve a cabo de los diferentes espacios.
3. Buena coordinación general y segmentaria. Para solucionar con
eficacia las diferentes situaciones que se plantean en el ámbito deportivo, es
fundamental que los programas motores que el sujeto diseña, estén adecuados a
las demandas de cada tarea, en función de la información que recibe del
exterior (exteroceptiva) y del interior (propioceptiva). Para una correcta
formación deportiva, es fundamental desarrollar un trabajo importante de
coordinación general (cuerpo globalmente en movimiento eficaz y económico) y
segmentaria (adecuación de nuestros estímulos perceptivo-visuales a los
movimientos de las diferentes extremidades).
4. Integración del esquema corporal. Todos somos conscientes que,
para llevar a cabo la realización de cualquier actividad motriz, se produce de
forma momentánea una imagen mental de nuestro cuerpo ejecutando dicha acción. El
grado de asimilación de nuestra imagen corporal, vendrá dado por el frecuente
uso que llevemos a cabo del mismo. Cuanta más experiencia motriz posea el
sujeto, mayores serán sus posibilidades de realización de diferentes acciones.
5. Afianzamiento de la lateralidad. En la mayoría de disciplinas
deportivas se exige que el sujeto domine de forma eficaz al menos alguno de sus
segmentos corporales, persiguiéndose en la medida de lo posible, que pueda
utilizar de forma eficiente los diferentes segmentos sin menoscabo en el
rendimiento. Una vez logrado un perfecto empleo del segmento en predominante,
nos podremos plantear un proceso de aprendizaje que optimice la utilización del
segmento no dominante, circunstancia que puede ser harto beneficiosa para el
éxito deportivo.
Todas las condiciones que
acabamos de ver anteriormente se constituyen en pilares esenciales para que se
lleve a cabo una correcta formación deportiva, y deben ser aseguradas
fundamentalmente a lo largo del período infantil y durante el primer ciclo de
Enseñanza Primaria, constituyendo lo que podemos denominar Formación de Base Predeportiva (3-7 años).
A partir de este momento hemos de comenzar la
segunda de las etapas en el proceso de formación deportiva del alumno, que
constituye la Iniciación Deportiva
propiamente dicha, que debería iniciarse mediado el segundo ciclo de Enseñanza
Primaria (7-10 años). Dentro del período de iniciación deportiva, hemos de
distinguir por un lado dentro del ámbito escolar, y por otro, fuera del
contexto que supone una situación educativa (club deportivo).
Iniciación deportiva en
el contexto escolar (7-10 años).
Para el desarrollo de una
correcta iniciación deportiva dentro del ámbito escolar, hemos de cumplir los
siguientes requisitos:
1.Efectuar un trabajo
rudimentario de las técnicas que dan soporte a las diferentes disciplinas
deportivas abordadas.Supone llevar a cabo un trabajo de base,
incidiendo sobre las diferentes habilidades específicas que constituyen los
cimientos fundamentales de cada deporte, abordando la práctica desde una
situación muy globalizada.
2. Desarrollar una formación
multidisciplinar completa. Significa que hemos de abordar la
actividad deportiva incidiendo en la variedad de disciplinas que más atractivo
y motivación despierten en los alumnos que tenemos bajo nuestra tutela.
3. Trabajo multilateral. Hemos de huir en esta fase de
toda tentación que pretenda especializar al niño dentro de un puesto específico
por sus condiciones físicas, el niño debe de realizar todas las acciones que se
derivan de situaciones de juego diferentes.
4. Empleo de formas jugadas. Hemos de hacer que la actividad
deportiva atraiga al niño por su alto grado de componente lúdico, donde
partiendo de la globalidad y las situaciones jugadas, el niño descubra la
necesidad de ir ejecutando gestos que son esenciales para resolver con éxito
las diferentes situaciones de juego.
5. No centrarnos en un intenso
trabajo físico.En este periodo es cuando se
produce la maduración completa del sistema nervioso, la plasticidad del niño es
absoluta y presenta un gran desarrollo de todo el conjunto de analizadores
ópticos. Desde el punto de vista de la preparación física, hemos de atender a
dar prioridad al volumen de trabajo sobre la intensidad.
2. Iniciación deportiva
fuera del contexto escolar (7-10 años).
La iniciación deportiva abordada
fuera del ámbito escolar, viene representada por la intervención de los
diferentes clubes deportivos durante el proceso de captación que llevan a cabo
para la constitución de las diferentes categorías que los conforman.
La diferencia de trabajar fuera o
en el ámbito del contexto escolar es atender en mayor medida al fenómeno de la
multidisciplinaridad, ya que no se persigue la formación completa del niño en
ninguna disciplina deportiva en concreto. Por otro lado, dentro de la dinámica
que se sigue en los clubes deportivos, es más interesante en esta fase centrar
al niño en el desarrollo de todas las técnicas rudimentarias que definen a una
determinada disciplina deportiva; y cuando se habla de multidisciplinaridad, se
debe considerar teniendo en cuenta el llamado proceso de transferencia,
incidiendo así en todas aquellas disciplinas deportivas que influirán
positivamente en el deporte que queremos trabajar en concreto.
Por otro lado, el trabajo
multilateral, el empleo de formas jugadas y la reducida intensidad de trabajo
físico deben respetarse por encima de todo.
3. Fase de
Especialización Deportiva (10-13 años).
Los contenidos de acción que
caracterizan a esta fase deberán ser abordados desde una perspectiva fuera del
ámbito escolar, con unas premisas tales como:
1. Incidir sobre el aprendizaje
de técnicas específicas del deporte en cuestión, extendiendo ahora el
aprendizaje hacia aquellas tareas que suponen un cierto grado de dificultad de
ejecución.
2. Seguir perfeccionando las
técnicas rudimentarias que fueron adquiridas durante el período anterior, para
favorecer el automatismo de las mismas y permitir de este modo centrarnos en el
desarrollo de tareas a un mayor nivel de dificultad.
3. Incluir un trabajo de técnica
más centrado en aspectos analíticos que pueden ir desvinculados de formas
lúdicas.
4. Se produce una reducción del
trabajo multidisciplinar, ejerciéndose una mayor intervención sobre el deporte
en cuestión.
5. Es la fase donde se puede comenzar a incidir en una especialización de roles en función de las características del individuo en los puestos específicos que definen posiciones en una determinada disciplina deportiva.
5. Es la fase donde se puede comenzar a incidir en una especialización de roles en función de las características del individuo en los puestos específicos que definen posiciones en una determinada disciplina deportiva.
6. Es el momento de poder incluir
al niño en las competiciones regladas de carácter federativo, aunque ya poseerá
una amplia experiencia en competiciones escolares y de otros ámbitos.
4. Etapa de rendimiento deportivo (13-18 años).
También esta fase queda
completamente fuera del ámbito escolar, y sus objetivos y pretensiones
fundamentales deben de ser:
1. Establecer un trabajo adecuado
y minucioso de las diferentes cualidades físicas básicas que definen y
determinan el rendimiento del deporte practicado.
2. Se lleva a cabo una
especialización completa de tareas y de roles, donde el sujeto trabajará
específicamente los movimientos y funciones propias del puesto específico que
desarrolla durante el juego.
3. Se produce una reducción
considerable del trabajo técnico rudimentario, y se establece un
perfeccionamiento importante de las técnicas específicas del deporte en
cuestión.
4. El trabajo desarrollado es
claramente unilateral, y tan sólo son practicados otra serie de deportes como
forma de descarga física y psíquica durante las fases de transición dentro de
la periodización del trabajo anual.
Esperamos que toda esta serie de consideraciones
desarrolladas sobre el deporte en el ámbito escolar y fuera del ámbito escolar,
sirva de algún modo para mirar la actividad deportiva con otra perspectiva,
desde la cual podamos enriquecer el proceso de formación de nuestros alumnos.
BIBLIOGRAFÍA
BIBLIOGRAFÍA
Rodriguez, P.L. y Moreno, J.A. (1995). Importancia de la
iniciación deportiva en el ámbito escolar. Sistematización del proceso de
formación deportiva. II Congreso de Ciencias del Deporte, la
Educación Física y la Recreación, sección VII. Lérida.
Somos el grupo de Juegos Modificados de Cancha dividida e invasión o Muro por Javier Ferrer, Mar Moreno, Nuria Ortiz e Iván Moreno
ResponderEliminarPUNTUACIÓN: 2
Consideramos este tema como normal, un poco extenso en la lectura. Aportaría el link para ampliar información. y exlicar mejor.
3. No nos parece muy llamativo, quizá debido a que es más teórico.
ResponderEliminarSomos el grupo de bate y campo y blanco y diana y le damos una puntuación de 1 porque aunque el recurso tiene cosas interesantes es bastante extenso y ademas la ultima parte luego esta explicada en otro recurso la que corresponde a las etapas de la iniciación deportiva.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarSomos el grupo de Pelota valenciana formado por Lorenzo García, Oscar Pelegrí, Santiago Jareño y Rubén Gil.
ResponderEliminarLa valoración cuantitativa de esta entrada es un 8, porque se explica detalladamente los requisitos, características y objetivos de cada etapa en el proceso de formación deportiva, por lo que la calidad del recurso es buena.